Entendemos la salud como un potencial que apunta a la autorrealización (individual y colectiva) de la persona. Integramos lo biológico, lo psicológico y lo social en una realidad interdependiente.

Nuestra apuesta está, en la relación terapeuta-paciente, como un espacio vincular, respetuosos y enriquecedor para ambos. Una relación basada en la empatía y el medio a través del cual se produce la transformación.

Es de la Terapia Gestalt de donde nos viene la apreciación por el presente. La persona vive, de hecho, en el presente. Por eso, en el proceso terapéutico se presta atención a esta circunstancia, convirtiéndola en una dimensión central de las intervenciones. Además, se reconoce y se asume la necesidad de que la persona sea capaz de comprender su propia historia y de construir un proyecto vital que la guíe y que confiera sentido a su existencia.

Trabajamos la conciencia corporal, que nos permite localizar nuestras emociones en el cuerpo y desde esa conciencia poder gestionar lo que nos sucede.

La persona se relaciona y se vincula con los sistemas que convive. La mirada Sistémica facilita comprender el carácter y la personalidad explorando el sistema familiar.

Tenemos un enfoque sensible al Trauma. Confirmando la idea de la terapia como proceso de maduración de la autorregulación del sistema nervioso. Buscamos permitir a la persona recomponerse, como paso previo a encarar una vida responsable y autónoma.